WESAK
Nuestras celulas:
Que no os sorprenda ver vuestro mundo presa de las violencias, las enfermedades y lo que llamáis "depresión", ya que en él se produce lo que en vosotros. Vosotros también sois un jefe de estado capaz de actuar como un tirano. Cada día lo demostráis manipulando todo aquello sobre lo que podéis tener la menor influencia, empezando por supuesto por vosotros mismos. Con objeto de poner fin a esa manipulación, tenéis que descubrir el respeto, primer paso imprescindible hacia el amor. Por lo tanto, si no conseguís respetar tal función social, tal actitud, aprended a respetar al ser que se esconde detrás de ella, ya que este es sagrado. Por supuesto, eso requiere un aprendizaje de la voluntad... así que os lo puedo repetir aquí mismo: no haréis nada, no daréis ni un paso hacia vosotros, si no tenéis otra intención que la de pasar las páginas de un libro. El Amor-Sabiduria es una flor de la voluntad.
Por lo tanto,en vuestras entrañas no debe persistir ningún desprecio hacia la fuerza horizontal, ya que es uno de los dos componentes del fuego que buscáis. Observad que digo bien "en vuestras entrañas". En efecto, la paz
sólo será total si es aceptada y traducida por lo más denso de la carne. En el Mundo de las ideas y en el de los sentimientos, uno puede engañarse porque estos tienen la capacidad de la hipocresía, pero, el macrocosmos que hierve entre el estómago y el ombligo siempre es, por su parte,fiel traductor de vuestro nivel de quietud.
Observad de vez en cuando el comportamiento de vuestros órganos y de sus células en esa zona de vuestro cuerpo. Una vez más, utilizo los términos "comportamiento" y "células" a propósito. En efecto, hay una inteligencia en cada uno de los elementos por los cuales existe vuestro cuerpo. Toda célula es un embrión de ser que adopta sistemáticamente una actitud en función de un sistema lógico. Tiene su propia memoria, generada,dinamizada por ese principio de vida llamado prana y que polarizáis al ritmo de vuestros estados de ánimo. Es una semilla de amor en devenir desde el momento en que os volvéis conscientes de su potencial y de su dignidad - igual que vosotros- porque es un poco de vosotros, del mismo modo que vosotros sois un poco de la humanidad y la humanidad un poco del universo. Es íntegramente divinizable.
Todos los hermanos en el Wesak saben que el diálogo con el mundo celular es posible. No pasa por las palabras, sino por el reconocimiento interior de la nobleza del Fuego que lo anima. A través vuestro, las células de vuestras entrañas pueden ponerse a pensar y dejar de reaccionar pasional, impulsívamente. Sois responsables de su despertar al igual que lo sois del despertar del animal que habéis acogido bajo vuestro techo.
Dialogar con todas las parcelas de vuestro organismo, amigos, es aceptar por consiguiente ofrecerles un poco de ese verdadero silencio que no se resume a una ausencia de ruido, sino que constituye la revelación de un espacio de alegría en el preciso lugar donde vuestro cuerpo se agarrota...
Cerrad los ojos y sentid una esfera de luz azul suspendida por encima vuestra cabeza. No intentéis visualizarla, porque vuestra voluntad quizás se tensaría inútilmente para lograrlo. Por el contrario, esforzaros en adivinar su presencia, suave, apaciblemente, lentamente si fuera necesario. Ya que verdad es que está ahí. Es la promesa de lo que sois y tenéis aún sin integrar. De esa esfera luminosa cae ahora sobre vosotros una lluvia fina de gotitas de oro, deliciosamente fresca como un rocío de primavera. Viene a lavaros. Porque es la caricia de una ducha tras una larga travesía por el desierto. Sentid cómo resbalan sus perlas sobre vosotros y desincrustan las impurezas de vuestro ser, incluso desprenden sus escamas y os restituyen vuestra humildad, la que constituye vuestra verdadera grandeza. Bajo esa lluvia, sólo existe la Unión. ¿Presentís hasta qué punto cada átomo de vuestro cuerpo ,está en comunicación con todas las partículas del universo? Todo se toca, todo respira la misma vida, todo es Uno en cuanto pensáis que es Uno.
Ahora llega el instante en que el sol azul desciende lentamente hacia vosotros, sobre vosotros. Penetra en vuestro interior por la coronilla y baja con toda paz, toda fluidez a lo largo de vuestra columna vertebral. Os inunda con su frescor y sentís que finalmente se estabiliza un poco por encima de vuestro ombligo. En adelante, es vuestro anclaje, vuestro fuego sagrado, regenerador. Está ahí, Aquél a quien habíais expulsado de vuestro centro, el bálsamo profundo como el azul del cielo...
En realidad, el único objetivo de la enseñanza que he recogido de mis dos hermanos mayores del Wesak es revelar el principio de la Alegria en el corazón de cada hombre. Por la Alegría, el cáncer de las pasione destructor al que desde el fondo de vuestro infortunio no conseguis dar un nombre, entra en fase de extinción. ¿Cómo hacer que germine? Transformando las mil cosas cotidianas en un juego en todo momento, en todo lugar. En vuestra vida, las únicas nubes son aquellas que aceptáis condensar sobre vuestra cabeza. Esa es una de las principales reglas de este juego la felicídad, generarla en el prójimo, o, si lo preferis, mantenerse erguido ante el sol, en una palabra liberarse, es empezar por aprender a discernir, cada día, los pequeños instantes de posible alegría: una prenda limpia que te pones, una comida compartida, el sabor de un té, un libro que descubres, la conversación improvisada en una esquina o también la belleza de una mirada con la que te cruzas.
Mirad, es la trivialización de todo eso lo que os impide recoger su esencia.' La Alegría de la que hablo no es en modo alguno un gran éxtasis que se descubre de repente. Nace de una sucesión de pequeños instantes de conciencia luminosa que podéis desplegar en vosotros a lo largo de vuestro itinerario. No la consideréis un don que el Cielo otorga a unos y a otros no. Se aprende, y debeis aprenderla so pena de seguir dando vueltas y más vueltas al rededor del Fuego regenerador en un movimiento incansablemente centrífugo.
Que en adelante la alegria se convierta por fin en vuestra contraseña, en vuestra llamada a la union, ya que es un oro capaz de trasmutar vuestro plomo. Para hacer este descubrimiento no se requiere ninguna tecnica.Solo una decision de reforma os permite poner fin al error de vuestro rumbo, ya que nadie os dispensara la iniciacion suprema en la que seguis creyendo.
Las escuelas y los multiples caminos , incluso estas palabras que recogeis de mi boca os ofreceran pequeñas perlas de rocio capaces de hacer crecer la Reconciliación en vuestro corazón, pero la hermosa y luminosa Copa del Reencuentro os la llevaréis a los labios con vuestras propias manos.
De todo lo que constituye al hombre, amigos, el corazón es el órgano más aéreo. Representa por esencia el elemento en cuyo seno todo confluye. Por lo tanto, podéis concebirlo como un gran atanor cuya misión es reunir los aparentes contrarios. Por consiguiente, es un espacio de fusión al mismo tiempo que una encrucijada. En un plano puramente fisiológico, la Tierra se encarna en su músculo, el Agua en la sangre que lo llena, el Fuego en la energía que lo anima, y finalmente el elemento aéreo en el centro mismo de la sangre que propulsa.
Ese corazón y el aire perpetuamente renovado que constituye su riqueza, debéis concebirlo como una dimensión en expansión constante e infinita. Aunque sea atanor, no lo consideréis como una cavidad oscura, ya que por el contrario, está en relación con vuestro cielo. La verdad, será por él como aprenderéis a ensamblarlo todo. Por el aprendizaje de su respiración será como reuniréis todas las piezas de vuestro propio puzzle.
¿No estáis seguros ... ? Entonces, cread un instante de silencio y dejad que vuestras dos manos vengan a vuestro pecho. Digo "dejad que vengan" ya que, si prestáis mucha atención, veréis que perciben la necesidad porque vuestro corazón las llama a él. Tomad una larga inspiración, y luego soltad sosegadamente vuestro aliento. Ahora, volveros un poco más realmente hacia el centro de vuestro corazón que pulsa. Prestadle atención, sin crispación. Por supuesto, captáis sus latidos, pero por lo demás quizá os indispongan. Pero no es en eso donde os pido que os detengáis. Debéis dejaros arrastrar más lejos, mucho más allá incluso, a un punto de luz parecido al cáliz de una flor. Ya no sabréis realmente si se sitúa en vuestro centro más ínümo o fuera de vosotros. No lo sabréis porque estará en los dos sitios a la vez, porque ya no hay diferencia ni antagonismo entre el interior y el exterior.
Es difícil esquivar la trampa de "el que está en la búsqueda", y es tan fácil cultivar la extraña formna de narcisismo del que se dice "espiritualista'. Porque son muchos los que siguen estimando en el fondo de su "yo" que la "búsqueda interna" y la vida cotidiana son dos cosas distintas. No, os lo afirmo, no están por una parte los seminarios, paréntesis sagrados, y por otra la lucha trivial y penosa de cada día. En el joyero de vuestro corazón, hay cierto diamante que todos, ahora,debeis esforzaros por percibir. Es un diamante ante el cual hay que aprender cada vez más 'a detenerse y callar... porque es sencillez, 'confianza, paciencia y finalmente ternura.
Por lo tanto, amigos, nada os impide buscar formaciones e iniciaciones; quizá incluso os sintáis tentados de comprarlas... porque existen extrañas teorías. Pero la Iniciación, esa joya a la que todo ser aspira, no se encuentra ahí. La Vida os la propone en el oro de cada instante a través del Servicio al que está llamado vuestro corazón. ¿Acaso creéis que los fariseos son de una época distinta de la vuestra? Su principio sigue obrando en vosotros cada vez que el acto se parapeta detrás de las palabras bonitas, cada vez que la filosofía se convierte en una barrera y que os deleitáis con sus circunvoluciones. ¿Creéis realmente que a las Luces que han guiado a este mundo hasta ahora les importa que creáis en la reencarnación, que discutáis sobre sus engranajes, que conozcáis a fondo las mil sutilezas de la enseñanza de Buda, o que discutáis sobre el significado de las palabras de Cristo en la cruz? ¡Que estiméis que hay cinco, siete o doce planos de existencia tampoco os procurará la varita mágica para salir de vuestro atolladero! Feliz el que concilia todo eso con la apertura del centro de comprensión que constituye el corazón... pero no imaginéis en ningún momento que esa dicha esté reservada a unos pocos. No es resultado ni de una suerte ni de un privilegio debidos a alguna gracia divina.
Abandonad pues los uniformes y volved a aprender a abrazar a alguien contra vuestro pecho, aunque lo veáis por la primera vez aunque y... sobre todo si eso no se hace.Solo que amigos, escuchadme bien y no creáis-escapar al compromiso con una pirueta más. Cuando os digo "abandonad los uniformes", eso significa "todos los uniformes", ya que existen lo que llamáis los "vaqueros" que ocultan a su modo falsas desenvolturas. Los uniformes de los que debéis aprender a despojaros son todas las convenciones y todos los "aparentar"tras lás cuales contenéis vuestra respiración. La enfennedad espera siempre a la puerta de quien no es auténtico, es decir de quien practica la retención de la Vida, de la espontaneidad en una palabra del Amor.
Mirad,vuestros cánceres y vuestros infartos son fruto de la siembra diaria ejercida por las barreras a la Vida que constituyen todas vuestras mentiras o, en otras palabras, todas vuestras conspiraciones contra la autenticidad. Bajo el influjo anual del Wesak, la era que amanece os enseña ahora a romper la cadena de las muñecas rusas de mentiras sobre las que se ha edificado vuestra humanidad. De hecho, el problema no consiste tanto en aprender a reconocer aquello en lo que os mienten, como en percibir en qué os mentís a vosotros mismos.
¡Amigos, a ojos del cosmos y de la Fuerza que lo inunda, el esfuerzo que se os pide hoy apenas es más difícil que una sonrisa, una sonrisá , autentica tan decisiva! Ese poco basta para reconciliaros con lo que vibra en vosotros.
Por los mil elementos que el aire sutil lleva hasta él, a partir de ahora mismo ,vuestro corazón debe iniciar su metamorfosis.
Por lo tanto, en cuanto empezáis a amar con Amor y no con deseo, entráis en mutación en toda la cadena que constituye vuestro ser. Os convertís en mutantes, la palabra no es demasiado fuerte. Muchos de los que nacen hoy entre vosotros ya no responden exactamente a las mismas leyes biológicas y físicas que han sido las de la humanidad hasta ahora. Eso no lo impone únicamente la tasa vibratoria del mundo en transformación, sino también la conciencia diferente de cierto número de reconstructores que se encaminan hacia la Tierra.
Quizá os imaginéis que este estado de cosas se parece a una marca recibida al nacer de una vez para siempre.Desengañaros.Ese ser humano tiene la capacidad de sintonizar con los vientos solares,tambíén podéis ser vosotros, sin necesidad de esperar.
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