WESAK

La desinformacion y esclavizacion del ser humano:

Os lo afirmo, nunca ha habido menos comunicación auténtica entre los seres humanos que hoy mismo.

Existe en cambio una pseudo-comunicación que alimenta un fantástico fenómeno parasitario del espacio mental de vuestro planeta. Esa pseudo comunicación os es casi impuesta por lo que llamáis los medios de comunicación de masas.

Ya os lo he anunciado: mi objetivo y el que el nuevo Wesak ilumina desde ahora no es el de cebaros de filosofía desconectándoos de los muros cotidianos con los que tropezáis. Mis hermanos despiertos y yo mismo queremos ante todo denunciar los falsos itinerarios, sacudir a la humanidad de su sopor individuo tras individuo, aunque para ello tengamos que encarnarnos en las formas más pesadas, bajo los aspectos más inesperados, fuera de las Escuelas y de los senderos señalizados. Y eso muy rápidamente... y con alegría.

Por eso llamamos a todos aquellos de vosotros que hoy son conscientes de este estado de cosas, a denunciar a nuestro lado, en paz y con amor, cierta dictadura mental y cierta contarminación psíquica que sofocan a la humanidad terrestre actual.

Hay un sonido que apenas oís y que puebla anárquicamente el Eter por el que viajan los pensamientos humanos. Ese sonido contamimante es resultante de la actividad psíquica desordenada de cada persona, considerablemente amplificada por la de los medios de comunicación.

Qué hacer? Ante todo saber, os lo repito, que no partís a la guerra, si que os basta simplemente con cerrarlas puertas a un asaltante que sólo saca sus fuerzas de vuestra propia inconsciencia.

El remedio es sencillo: extirpáos del universo intoxicante de los medios de comunicación. En vuestras sociedades occidentales, periódicos, revistas, emisiones diversas muy rara vez tienen el objetivo sincero de ínformaros, sino más bien el de deformaros, o incluso volveros informes. La uniformización de las opiniones y de las conciencias representa el blanco aún inconfesado de unos cuantos. Es una de las fases de la esclavización en primer lugar mental que una minoría se propone instaurar en este planeta al inicio de la actual bisagra entre dos eras.

Por consiguiente, el remedio es sencillo y, os lo repito, basta un poco de lucidez para cerrar una revista y apagar el televisor. Diez minutos diarios dedicados a lo que llamáis información bastan y sobran. Sé muy bien, amigos, hermanos, que semejante afirmación hará poner el grito en el cielo a aquellos de vosotros que afirman ser ciudadanos y no sujetos... pero sólo pondrán el grito en el cielo quienes todavía no sienten qué tipo de hierros les han pasado ya en los tobillos.

En la mayor parte de las naciones de este mundo, el juego está viciado desde hace mucho tiempo. Sois todos sujetos de una inmensa dictadura, dado que vuestra realidad emocional y mental es lo frágil, porosa y manipulable que es ahora.

Por eso os digo, adoptando vuestro propio lenguaje, ¡"cambiad de onda"! Sólo modificando vuestra calidad vibratoria, y por consiguiente transformando vuestra capacidad de percibir los acontecimientos, dando un paso hacia la otra realidad que se oculta tras ellos, podréis pretender curaros de lo que os aplasta en este mundo.

De hecho, os exhorto a curaros a vosotros mismos, a despejar los mares de vuestra mente de su multitud de viejas barquichuelas que hacen agua por todas partes y a las que seguís aferrándoos a pesar de todo. En otras palabras, os lo digo: lavad vuestra aura hasta sus últimos recovecos empezando por tener una opinión más sencilla, más auténtica, más noble de vosotros mismos. Debéis estar absolutamente convencidos de vuestra capacidad de regeneración y de creación. Mirad, estoy aquí para reavivar su recuerdo en vuestra alma.

Por supuesto, algunos, estudiando estas palabras por los cuatro costados, dirán que provienen de un mercader de utopías... y seguramente habrá algún oído para seguir dándoles la razón, lo sé. Pero ¿quienes son esos seres que hoy pretenden, una vez más e imperturbablemente, seguir dando lecciones en nombre de cierta racionalidad polvorienta y de cierto orden mundial que ha dado tristes resultados? Los contramaestres y los artesanos de vuestro sistema de pensamiento actual y del mecanismo de autodestrucción por el que os habéis dejado subyugar no tienen la decencia de callarse. Y aunque la tuvieran, el veneno se ha infiltrado hasta tal punto en los órganos del cuerpo común constituido por vuestra humanidad, que aún seguiría habiendo indefectibles servidores locales de la máquina desgastada para perpetuar su trabajo. Por lo tanto, no temáis decir, sin espada ni armadura sino con amor, sencilla y firmemente, "cállate" a todas las fuerzas que se apoderan de vuestra propia capacidad de ser vosotros mismos.

 

Purificad vuestro lenguaje

El Wesak, con su semilla ofrecida, no os pide una fe ciega, sino el valor de poner en práctica un Amor hacia el Todo. No trata de convertiros en ciegos o tuertos, sino en seres responsables y conscientes de su presencia en la Tierra, de su misión de felicidad, y finalmente de su capacidad de divinizarse.

Para captar el sentido de todo esto, no temáis pedir a la Vida, al Universo, a la Divinidad si así lo preferís, la parte del Aliento que en justicia os corresponde. ¿Cómo podrán abriros una puerta si no os tomáis la molestia de llamar?

Por lo tanto, berreáis o cantáis vuestra vida con lo que decís y la forma en que lo decís. La calidad de Eter que reconvertís por vuestro centro laríngeo estrecha los barrotes de vuestra jaula, o por el contrario se convierte en el instrumento de vuestra Reconciliación, de vuestra liberación. Y lo maravilloso en todo esto, amigos, es que vuestra liberación genera la del projimo.

Aunque a menudo imaginéis lo contrario, no podéis hacer trampas con la fuerza etérica que surge de vuestras bocas en forma de palabras. La mentira, si es que hacéis uso de ella, nunca es más que aparente. Comprendedme: sin duda alguna, se puede engañar a multitud de túnicas de, carne, manipular con brío la apariencia y la hipocresía y sentarse así alimentando una sensación de poder, pero la verdad es que uno no se miente a sí mismo por mucho tiempo. De esa manera, del mejor amigo que deberíais ser para vosotros mismos, os convertís en vuestro mejor enemigo. Es decir que generáis la adversidad en vosotros, y esta no dejará de despertar más tarde o más temprano. Todos sabéis que con frecuencia una enfermedad tarda mucho tiempo en tejer su telaraña. La autocontaminación por la mentira bajo todas sus formas representa a su manera un cáncer que extiende sus ramificaciones de punta a otra de la existencia. Incluso tiende sus puentes de una vida a otra. Cada uno de nosotros se da cita consigo mismo de una época a otra, cargado con sus propios hierros y sus propios anillos de esclavitud. ¿De dónde creéis que puede venir ese mal-estar que tan amenudo decís padecer? El jefe, el cónyuge, los padres, la primera infancia... tal vez, tal vez a su manera. Pero entendedme cuando os afirmo que sólo son amplificadores de vuestra guerra interna crónica, pretextos para disimular vuestros miedos, una cortina de árboles para velar un bosque de secoyas...

Purificad vuestro lenguaje, y purificaréis vuestro contacto con el mundo.

Purificad vuestro pensamiento, y volveréis más nítida vuestra percepción del mundo.

He dicho vuestro pensamiento, hermanos... no vuestros pensamientos... ya que, lo repito, no intento convertiros en centinelas que espían y sancionan sus menores desvíos con respecto a una línea recta ideal. Vuestro pensamiento es vuestra percepción del mundo, la calidad de amor que le ofrecéis a diario. Tambien la suma de vuestras torpezas, de las que aceptáis reconocer, formular y que sin embargo seguís regalando a la Vida porque ya no ós avergúenza caminar... aunque el caminar a veces hace tropezar.

Los guijarros del camino siempre serán vuestros primeros y últimos maestros, ya que los pensamientos que suscitan y las palabras que surgen de ellos son como espejos.

Al igual que se consigue reeducar aspectos del alma con el dominio de las curvas de la escritura, reeducad vuestra conciencia de vosotros mismos y de vuestra nobleza mediante el dominio del Verbo. Dejar de alimentar la substancia impalpable de ciertas palabras, lo que llamamos su egrégora, no significa cortarles sistemáticamente el camino, ni mucho menos de forma crispada.

¿Alguna vez os habéis detenido sobre lo que se esconde detrás una palabra, amigos? Hace un instante, utilicé el término egrégora, a falta de otro más sencillo. ¿Qué es una egrégora? Una masa de energía psíquica, fruto del poder del pensamiento de gran número de seres y que es relativa a un concepto, a una idea, así como a su contexto generalmente disimulado a la sombra de una palabra.

Por consiguiente, en el mundo del Eter existe una egregora del miedo,otra de la violencia,de la mentira, pero también del perdon

,del amor,de la tolerancia, y evidentemente también de otras cien mil.Cuando pronunciáis una palabra lo que lanzais hacia vuestro interlocutor es un energía completa cargada de todo un pasado, a veces pesado.

El impacto de la vibración etérica surgida de una egrégora

siempre es mas poderoso que el que se hace sentir en el oido y luego en los cajones del intelecto.Eso, no debeis volver a olvidarlo.

Debéis sustraeros a un Gobierno mundial cuyo objetivo es viciar el aura planetario.

La uniformización del género humano mediante el mantenimiento de la taciturnidad general y la inyección de una falsa cultura ya es un objetivo a corto plazo. Sabed que estáis en el corazón mismo de ese blanco y que si no reaccionáis inmediatamente, os acecha la asfixia.

Os dejáis alistar en brigadas, bajo hipnosis, en cuanto la facultad de amar se ésfuma de vosotros, en cuanto contamináis el mundo con pensamientos desordenados y desprovistos de esperanza.

Para calmar vuestros males, no esperéis pues nada de vuestros dirigentes. Además, ni siquiera los habéis elegido realmente. Sus ascensiones y sus caídas están orquestadas desde mucho más lejos, al mismo ritmo que vuestro adormecimiento. Por el amor del Sol, os recuerdo por lo tanto que no os dejéis robar el alma. Ningún sistema político ofrecerá la solución a vuestra búsqueda. La solución consiste en empezar por darse una ducha! Creo que es inútil insistir en el tipo de ducha que debéis buscar a diario. Esta se basa en la alegría.

La oscuridad de los metros el ruido de los talleres' donde apretáis tornillos y de las oficinas repletas de ordenadores ya no son excusas para vuestra pasividad, para vuestro cáncer "egoico". Os lo repito, esos lugares son vuestras escuelas, escuelas que ahora debéis aprender a desaturar de la noción de fatalidad de que están impregnadas. Si comprendéis esto y os amáis en consecuencia, entonces os convertís en el grano de arena en los engranajes del Gobierno al que he hecho alusión. Entonces, unos tras otros, os alzáis psíquica, emocionalmente, fuera de su alcance.

Vuestros ojos, os lo afirmo, están desgastados porque sólo los situáis a la altura de vuestro cerebro. ¡Desde el mismo momento en que consentís en situar esos ojos bajo vuestros pies, vuestras manos, a la altura de la garganta,

en medio de la espalda, del pecho o de cualquier otra parte del cuerpo, todo cambia! No creáis que me expreso con imágenes. La mirada es el portal de la conciencia ... pero la propia conciencia no se aloja en ningún punto preciso del organismo.

La conciencia es capaz de desplazarse por todo vuestro ser, amigos. Podéis pedirle que se mueva a voluntad, hasta daros cuenta de que puede habitar simultáneamente cada una de vuestras células. Una vez más, la dificultad proviene de una vieja costumbre mineralizante. Proviene del hecho de que nunca habéis supuesto, salvo quizás intelectualmente, que fuera posible mirar de otro modo que con los ojos. Eso os hace sonreír, pero es así de infantil.

 

¿Creéis por un solo instante que vuestro hermano Cristo expulsó a los mercaderes del Templo tras un juicio sin apelación y en un arranque de impulsividad? Su acto de desaprobación pretendía enseñar la necesidad de ciertas tomas de postura muy encarnadas. Ilustra las que nacen de una opinión clara y que se transmutan en una cólera sana, es decir no emocional.

No estáis en esta Tierra ni para padecer, ni para hacer padecer, amigos... Por lo tanto, si ancláis esa verdad en vosotros, os convertís en los motores constructivos, y desenquistáis de vuestras costumbres mentales cualquier noción de antagonismo, hasta en el corazón del compromiso.

LA COMPASION

Si tuviese que concluir aquí la transmisión de la Luz de mi alma a la vuestra, añadiría simplemente esto: toda vuestra vida se resume a un aprendizaje de la compasión.

La compasion es compartir de inmediato la mirada del otro, la facultad de sentirse en el ,de sentirlo en uno mismo, sin que haya necesidad de justificar nada de nada.Sobre todo, no digáis que es demasiado difícil para vosotros, ya que entonces, es que pensáis la situación "con la cabeza". ¿No comprendéis que la fuerza del Wesak os pide que dejéis de ser el señor o la señora tal - quetiene-buenas-lecturas-? Desde el fondo de esta cueva, conozco los secretos de vuestras almas, las confusiones y los tesoros de vuestras miradas, los conozco como si fueran míos, los conozco porque un día, harto de preguntas, he dejado mi hatillo y he empezado a amarme y a amaros. Porque ese día también, he querido compartirlo todo y toda noción de dominación había perdido su sentido para mí.

Por eso, hoy puedo proclamar que si conozco a cada uno de vosotros, desde luego no es porque haya adquirido un poder, sino porque he aprendido a leeros amándoos, porque he abierto mi corazón y mi cuerpo a lo que viene de vosotros.

Entonces, amigos, hermanos, os lo repito, sobre todo no digáis que esto es demasiado difícil para vosotros, ya que en mí no hay la menor fuerza que sea distinta de la vuestra.

Vuestra mirada nueva y vuestra voluntad renovadora debe haceros, más que nunca, hermanos de este siglo. Hermanos de este siglo pero mucho más auáde las modas del siglo, es decirde sus reflejos de verborrea, de hipocresía y de musculación mental. Finalmente, es en la calle donde os espero, y sobre todo donde os esperáis a vosotros mismos. Mirad los rostros de las personas con las que os cruzáis en ella. Cadauno de ellos es el vuestro, a distintas horas de vuestro día interior. Los hay feos y sublimes, pero todos os pertenecen por igual, pese a los argumentos contrarios que toda vuestra filosofía pudiera desarrollar..

Apartir de hoy, en el fondo de vuestro ser, vais a declararles vuestro amor.

No serán necesarias grandes palabras, sino tan sólo una pequeña luz, un fino rayo alegre y cristalino. Estéis donde estéis, dejaréis que se cuele por sí solo entre vuestros ojos. Primero, asomará como una gota de rocío, y luego se lanzará como una larga mano de bendición. Entonces, sentiréis que no impondrá vuestro amor, sino que lo depositará sin artificio, sin expectativas en la frente de todos aquellos con quienes se encuentre.

No os oculto que os encamináis todos hacia un periodo de extrema confusión. Un tiempo también en el que todas las energías y todos los seres serán llamados a desvelarse tal y como son, sin trampa posible. Ese es el verdadero sentido del término Apocalipsis. En medio de ese baño revelador, la fuerza surgida del Wesak debe convertirse precisamente en uno de vuestros puntos de anclaje, la mirada llameante y puiifícadora porla que vais a poder redescubrir y afirmar vuestra verdadera naturaleza..

Por lo tanto, no os asustéis si a veces tenéis la sensación de "no comprender nada, no sentir nada, no creer en nada"... ya que cuando se da un paso hacia uno mismo, al principio es como si se diera un paso en el vacío, o se arrojara uno a un pozo sin fondo.Se tiene la impresión de que la caída no se detendrá jamás. La verdad es que lo que provoca ese vértigo, es la ascensión que se ha emprendido sin reparar en ello.

Por lo tanto, como veis, no es casualidad si vuestra alma ha elegido este siglo para tomar cuerpo en él: el vagabundeo impera en él como un soberano.

¿Cuánto tiempo habrá que seguir escuchando, en vuestros "medios autorizados", que no se puede concebir la vida en tal o cual planeta porque en él no se encuentra tal gas o no se da tal temperatura considerada soportable? Esto es un simple ejemplo del tipo de visión reductora que tenéis que extirpar de vosotros. Lo he elegido porque obra en el sentido del ensanchamiento que es importante cultivar en vuestras conciencias. También lo he elegido porque esboza a su manera otros reencuentros, otras reconciliaciones que os esperan.

Amigos, vuestra propia vida es la que pronto se convertirá en una broma -pero de mal gusto- si la acantonais en la definición que da de ella la humanidad. ¡Dejad de padecer ese ombliguismo! Pormi parte, si eso puede tranquilizar a vuestro planteamiento "exclusivamente interno" y por consiguíente "sereno", no os hablaré de extraterrestres... No os hablaré de ellos porque esa denominación ya no tiene significado creíble. Prefiero hablaros simplemente de la realidad amorosa de hombres y mujeres semejantes a vosotros y a mí, que provienen de otros mundos, de otras tierras si queréis y que ya en este momento, os ayudan en el camino de vuestro reencuentro con vosotros mismos. No creáis que esto es un juego de palabras del que abuso. Mi intención es haceros comprender que dentro de poco, vuestras conciencias recibirán el influjo de otras conciencias, y que ese acontecimiento también forma parte de vuestro despertar. Forma parte integrante de la visión nueva que el Wesak prefigura ya en cada uno de vosotros mediante la supresión de toda barrera. Actualmente, la sociedad terrestre necesita urgentemente una transfusión... y va a recibirla, desde dentro y desde fuera... si es que esos dos términos significan algo.

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